Por Johan Galtung*.
El imperio americano esta declinando y dejando un vacío de poder. China no llenará ese vacío ni tampoco una Unión Europea que terminó su experiencia colonial recientemente. El sistema de estados nacionales también está disminuyendo su importancia mientras que por el contrario, las agrupaciones regionales están adquiriendo creciente importancia.
Hasta ahora la Unión Europea (UE) , la Unión Africana (UA), la Asociación del Cooperación del Sudeste Asiático (SAARC) y la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) son cuatro regiones del mundo que podemos poner como ejemplo de la importancia del regionalismo y hay otras como la región latinoamericana y del caribe (la Comunidad de América Latina y del Caribe CALC) que también se desarrollan, o bien otras en perspectiva como la Organización de la Conferencia Islámica (OIC de Marruecos a Mindanao) y la Organización de Cooperación de Shangai (SCO con China, Rusia, y 4 repúblicas del Centro de Asia como miembros más Pakistán, India e Irán como observadores) todo lo cual constituye – de lejos- un peso creciente de las agrupaciones regionales, que reúnen así a un 40% de la población mundial.
La Unión Europea siendo la más madura de estas asociaciones regionales, y habiendo logrado la paz después de siglos de guerras y conflictos violentos, podría, en primer lugar y gracias a su estrecha cooperación cultural y económica servir de modelo para otras regiones del mundo.
En segundo lugar, la UE puede ser también un modelo muy útil para contribuir a superar las crisis subregionales, al igual que la Comunidad Nórdica (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia y tres pequeñas islas) y lo mismo puede decirse de la ASEAN para ayudar a establecer:
- Una comunidad del oriente medio que podría reunir a Israel (con sus fronteras de antes de 1967) y sus cinco vecinos árabes: Líbano, Siria, Jordania, Egipto y una Palestina reconocida internacionalmente.
- Una comunidad Centro- Asiática podría reunir Afganistán con sus ocho países fronterizos, todos musulmanes.
- Una comunidad del Asia Occidental podría constituir un puente entre el Islam y Occidente reuniendo a los musulmanes Turquía, Irán, Pakistán, Afganistán y Azerbaiyan con Armenia.
- Una comunidad del Cáucaso con Georgia, Armenia y Azerbaiyan podría dar un status especial a Abjazia, Osetia del Sur, Nagorno Karabaj y una “cámara baja” para más de veinte nacionalidades de la región.
El modelo con base en el cual funciona la Unión Europea está basado en cinco factores de una paz positiva: cooperación para beneficio mutuo, igualdad, similitud estructural de los estados miembros, cooperación en todas las direcciones y una organización conjunta.
En tercer lugar, el punto crucial dependerá en buena medida de como la UE se relaciona con las otras seis regiones. Y aquí el modelo de cinco puntos puede ser utilizado de nuevo aplicándolo a las regiones más que a los estados.
Sin embargo, la UE debe jugar un papel amistoso de construcción de la paz y no debe provocar temor alguno basando su seguridad en fuerzas de defensa más que en “Fuerzas de Despliegue Rápido”. El mantenimiento de la paz es tarea para una organización mundial no para ninguna organización regional. Por tanto, la UE debe evitar las intervenciones armadas directas y abandonar la violencia estructural destinada a extraer recursos de otras partes del mundo.
La UE tendrá que hacer lo que parece ser la dirección en la cual se encamina China : autosuficiencia en recursos, convirtiéndose, por ejemplo, en menos dependiente del petróleo y del gas. Esta es una política obligada dada la necesidad de reducir las emisiones de carbono. Y la UE tiene que ser útil para los demás lo que debería ser mucho más fácil estimulando la demanda de los considerables recursos culturales, científicos y técnicos de una región tan rica en ellos que a través del neocolonialismo.
La gran pregunta es como relacionarse para el beneficio mutuo y equitativo. Toda tentativa para explotar indebidamente de los recursos del tercer mundo debería abandonarse a favor del intercambio equitativo de productos con niveles de procesamiento similar, eliminando los aranceles proteccionistas para productos manufacturados de los países en desarrollo. La UE debe también adaptarse al papel decreciente que le toca jugar en el comercio mundial puesto que el comercio Sur-Sur está incrementándose.
Y lo mismo se aplica a la cultura: un sistema regional basado en el respeto y beneficio mutuos va a demandar diálogo, respeto mutuo y curiosidad, no se trata de la circulación en una sola vía.
¿Está lista la Unión Europea para aprender del pensamiento e idiomas de otros países que no pertenecen a Occidente?
Uno de las ventajas que el modelo de la UE puede replicar en otras regiones y subregiones es la división entre un Consejo que reúne a los Estados –territorial- y una Comisión que trabaja con departamentos – funcional - y que posee siete comisiones trabajando para la paz por medios pacíficos. Un sueño que vale la pena soñarse y trabajar para realizarlo.
Y gracias al rápido crecimiento de la sociedad civil –tanto a nivel regional como global- otras regiones están alcanzando el terreno abonado favorable que fue tan fructífero cuando se formó la antigua “Comunidad Económica Europea”. Organizaciones no gubernamentales africanas, latinoamericanas y asiáticas están haciendo cabildeo en Bruselas y también las ONG’s europeas lo hacen en Nairobi y en Addis Abeba. No hay nada utópico en lo que escribimos aquí, al contrario, es sorprendente como el mundo evoluciona tan rápido.
Pero una prueba clave es el quinto factor: ¿ como establecer una organización multilateral conjunta en el centro del mundo regional? ¿ Una RU, Regiones Unidas? ¿ Porqué no?
Sin darle poder de veto a unas cuantas regiones y comenzando, talvez, con decisiones tomadas por consenso. Podría también haber una especie de Asamblea Regional de los Pueblos que podría basarse en los parlamentos regionales - cuando estos existen- o en elecciones directas para sus miembros en el futuro. Y el secretariado podría rotarse de una región a otra, como se ha hecho exitosamente con la presidencia de la Unión Europea. No hay ninguna necesidad de repetir los errores de las Naciones Unidas como el veto, la carencia de mandato popular o su localización permanente en un ambiente cargado de sesgos.
Los desafíos están aquí. ¿Tendremos una respuesta creativa?
* Johan Galtung es profesor de Estudios para la Paz y fundador de Transcend – una red de investigaciones para la paz, desarrollo y medio ambiente. Es también fundador del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz (PRIO) de Noruega y miembro del Consejo Consultivo Internacional de IRIPAZ. Su libro más reciente es “La caída del imperio Americano ¿ y después que?